Tomando cualquier definición, por ejemplo la siguiente:
Razonamiento es un argumento en el que se afirma algo (conocido como conclusión) a partir de una o más proposiciones, que reciben el nombre de premisas.
Aquí la expresión "a partir de" es ambigua, malamente ambigua, pues no alcanza a captar el significado del término razonamiento.
Sustituyámosla por la siguiente definición 2: "Un razonamiento es un argumento en el que se afirma una proposición, llamada conclusión, a partir de otra u otras que se aducen para darle fundamento".
Esta definición está mejor. Podemos llamarla definición amplia o en sentido amplio de "razonamiento". ¿Por qué?
Porque para algunos lógicos y expertos de la lógica los auténticos razonamientos son los de la lógica deductiva. En tal caso, un argumento en el que las premisas "se aducen" pero infructuosamente para justificar o fundamentar (completamente) la conclusión no será considerado un razonamiento.
Para estos casos, quienes mantienen este criterio restrictivo o fuerte de razonamiento tiener reservada la palabra "inferencia".
En consecuencia, para ellos un argumento inductivo es una inferencia, puiendo discutirse si existe algún valor en el pasaje inductivo de premisas a conclusión.
Si adoptamos este criterio, entonces debemos admitir que un razonamiento es "un argumento en el que se afirma una proposición, llamada conclusión, a partir de otra u otras que le dan fundamento".